Es un animal muy desconocido con unos tentáculos muy largos y que hasta ahora solo había sido observado en una docena de ocasiones.
Esta semana se han publicado los resultados de un ambicioso sondeo de las profundidades de la Gran Bahía Australiana, realizado con cámaras remolcadas y vehículos operados remotamente (ROVs). En total, en dos años de investigación se han logrado cinco avistamientos de la especie Magnapinna sp, un calamar de aletas grandes, a profundidades de casi 1.000 a más de 3.000 metros, que han sido cruciales para avanzar considerablemente en el conocimiento de estas extraños seres. Los resultados se han publicado este miércoles en « PLOS ONE».
«Estos múltiples avistamientos han sido muy reveladores», escriben los autores del estudio, encabezados por Deborah Osterhage, investigadora del CSIRO («Oceans and Atmosphere, Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation») en Australia. «Son las primeras observaciones de "calamares de aletas grandes" en aguas australianas, y duplican las observaciones de estos animales en el hemisferio sur, apoyando la hipótesis de que son animales distribuidos por todo el globo».
Descenso al mundo de los calamares
Además, por primera vez, no solo se ha observado un ejemplar, sino varios de ellos en una zona relativamente próxima, entre los que se han encontrado animales no heridos (muchos de los que se estudian se encuentran en redes y aparecen dañados), y ejemplares juveniles. Además, la tecnología láser ha permitido medir con más precisión el tamaño del cuerpo de estos calamares.
«Describimos su hábitat, su coloración y nuevos detalles de su comportamiento como un ejemplo horizontal de su pose de los codos (por la que doblan sus tentáculos en ángulo recto mientras están suspendidos), así como del enrollamiento de sus filamentos, comportamiento nunca antes visto en un calamar», escriben los autores de la investigación.
bonito dato, me fascinan los calamares yeso me hace querer seguir interesado en este blogg ! :))
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